El vellocino de oro
Non somos os primeiros en escavar en Castiltejón. Xa temos recollido unhas cantas versións das fochancas levadas a cabo por dous curmáns na procura do ouro que deixaron os mouros no cueto de Castiltejón. De todas elas, quedámonos co relato fornecido por Segundo García, de 76 anos:
Eran dos primos de Lillo, Pepe Cristo y Manolo, que se emperraron en buscar el vellocino de oro que dejaron los moros aquí antes de marchar. Excavaron ahí abajo una buena temporada. Gorete, desde aquel alto de allí, los veía cada día, Gorete tenía ahí una cueva que quemó la guardia civil. Tenía una entrada cubierta para el frío y una salida para el humo que daba para a atrás del monte, para que no se viera la humareda desde el pueblo. Pues bien, una noche bajó Gorete a Castiltejón y le smetió en el agujero una olla llena de herraduras viejas y la tapó con tierra. Al día siguiente la azada de los primos pegó en la olla, y ya los ves a los primos abrazados ¡Primo, que vamos a ser felices! Y las risas de Gorete retumbaron en toda la vega de Fuentealbilla. No volvieron a excavar más.
Fotografías: Gorete nun dos seus refuxios, probablemente o referido polas fontes orais, por riba de Castiltejón.
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