27/6/10

Ai dos korowai!


Fíxose eco a prensa nacional e internacional do censo dunha nova tribo ignota en Indonesia, unha xente que vive en cabanotes erguidos sobre as árbores da selva en Papúa. Fixádevos no discurso que reproduce a noticia de prensa:

Indonesia localiza y censa en Papúa una tribu perdida que vive en los árboles. Los misioneros pusieron al Gobierno sobre la pista de los korowai, anclados en la Edad de Piedra.

Hacía una década que el Gobierno de Indonesia recababa informes sobre la tribu korowai, suministrados por los pocos privilegiados que los habían visto: los misioneros cristianos de la región de Papúa, una provincia indonesia que ocupa la parte occidental de la isla de Nueva Guinea.
Indonesia, con 240 millones de ciudadanos repartidos entre 17.000 islas, realiza un censo de población cada década y, como tocaba este año, funcionarios del Centro Nacional de Estadística (BPS) decidieron seguir las pistas de los misioneros. El objetivo, localizar y censar una supuesta tribu nómada que construía cabañas en las copas de los árboles para evitar a los depredadores y cuyos individuos vivían desnudos, tapándose apenas con hojas de plátano y las pocas prendas que los propios misioneros habían logrado entregar a los niños.
Dispuestos a localizar a los korowai, embarcaron en rudimentarios botes con los que remontaron varios ríos hacia el corazón de la selva. Tras dos semanas de viaje en las que siguieron al dedillo las indicaciones de los misioneros, lograron alcanzar a pie una aldea de esta tribu nómada, de la que censaron finalmente a 2.868 individuos. Al igual que los sacerdotes, utilizaron un lenguaje gestual para comunicarse con ellos.
Los korowai habitan en la zona oriental de la provincia de Papúa, una zona semimontañosa y pantanosa situada a pie de bosque. La localidad más cercana es Merauke, que atrae a inversores interesados en el negocio de la caña de azúcar.
Los korowai son recolectores y cazadores, pues se alimentan tanto de hojas como de los animales que capturan. Sobre ellos pesa además una leyenda de canibalismo no constatada.
«Sus casas están en los árboles y su vida sigue anclada en la edad de piedra, pero ahora que sabemos quiénes son, su número y sus características, ya nunca estarán perdidos y aislados. Podremos darles acceso a la educación y a la atención sanitaria como a cualquier otro ciudadano de Indonesia», dijo a AFP el oficial Suntono, máximo responsable de la BPS en Papúa.

Eu de ser un korowai iría facendo as cabanas aínda máis arriba, vendo o que lle ven enriba, nunca mellor dito.

Texto de La Voz de Galicia. Fotografía AFP.
http://www.lavozdegalicia.com/sociedad/2010/06/25/0003_8571548.htm

1 comentario:

oubenado polo val de soneira dijo...

puta mania de "descubrir" tribos neghriñas desas que viven no seu paraiso particular, que os deixen en paz , que eles non pediron nada a ninguen, ainda me lembro daquela bufonada que fora o da selva amazonica co señor sintg e aquel indio amazonico de colorido plumaxe o cal por certo deron en nomear yanomani cando a sua tribo era outra ,
os yanomanis vendian mais daquela cos cinta de serpe, os cais eran menos simpaticos por matar os cabrons dos galimpeiros ,madeireiros sen escrupulos ou os traballadores das petroliferas que lles levaban a civilizacion na punta dos seus fusis